Dando vueltas por la vida, como cada mañana, me encuentro con esta noticia en Engadget en español sobre una nota de la cadena ABC (pueden ver la nota en el articulo original). Casi no la leo, pero resulta que era sobre un juego que descargué en mi iPod ¡justamente ayer!
Bubble Ball no es nada del otro mundo. Hay que llevar una bola hasta un punto de llegada utilizando diferentes elementos. Es más, tiene algunas cosas que cuando las jugué dije, “hoy cualquiera sube un jueguito eh?” Pero resultó ser bastante adictivo.
¿Cual es la noticia entonces? Robert Nay es un niño de 14 años que programó Bubble Ball en la biblioteca publica de Spanish Fork, Utah. Decidió subir su juego a la App Store y, como uno no puede pretender mucho en su primera vez, decidió que sea gratuita. Bueno, quizá por eso me la bajé yo… y otras 2 millones de personas en el mundo. De esta manera se convirtió en uno de los juegos más descargados y desbancó al mítico Angry Birds.
A estas alturas el muchacho, sus padres y todos sus allegados deben estar haciendo cuentas y se las deben querer cortar con una piedra desafilada. Si tan sólo hubiera cobrado el mínimo por descargar su aplicación hoy sería un nuevo niño rico en este planeta tierra.
Es un encanto enterarse que pequeños humanos en la edad que nosotros mirábamos los Power Rangers hoy están programando las aplicaciones más descargadas del mundo. Y también es muy reconfortante pensar que este pequeñuelo con un poco más de la mitad de nuestra edad ya tiene un pequeño logro que dejaría nuestras más grandes condecoraciones como el trapo más sucio de la casa.
¡Que linda es la vida! Feliz lunes y vamos que se puede! Por lo menos a los 14 no usábamos camisa ni hablábamos tipo robot 🙂