Que lindo tema de debate: el precio del cubierto en los restaurantes. Cuando leí este articulo en PlanetaJOY automáticamente me acordé de lo de las propinas obligatorias.
¿A cuantos les pasó que salen a comer y en la cuenta final te cobraron la copita de champagne de la entrada, la panera, los cubiertos y el servicio de mesa? Estoy exagerando un poco, pero cuando se trata de cuestiones de bolsillo todo el mundo se pone muy susceptible. Yo soy el primero.
Ya dije que no soy mucho de dejar propina, pero cuando veo que me cobran el cubierto menos ganas me dan. El asunto es que el cubierto no tiene que ver con la propina, porque el dinero del cubierto se lo queda el dueño y no el mozo.
Les dejo algunos fragmentos de la nota y les recomiendo leerla completa.
La palabra “cubierto” empeora las cosas. Nunca se termina de entender –y nadie se molesta en explicarlo- si se cobra la cubertería, o la vajilla, o la panera, o las salsitas ofrecidas antes de comer (¿es una invitación o una “invitación”?), generándose así tanto disgusto como confusión.
Hernán Caputo, del moderno Río Café, informa que en su local “se cobran 6 pesos por persona, que es el costo de la panera con panes caseros saborizados y algún dip”. Lo arbitrario, en estos argumentos, es que el comensal no puede optar por decir que no a la panera. Se la cobran igual, aunque no quiera.
Más allá del valor del cubierto, lo curioso es que todos los restaurateurs consultados coinciden en un punto: los clientes jamás se quejan. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué si armáramos un escándalo dejarían de cobrarlo?
¿Es el cobro de cubierto una avivada de los empresarios argentinos? Luis María Peña, de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés, dice que no y que “se usa en ciudades europeas desde hace muchísimo tiempo”. La periodista Cuculiansky, lo desmiente: “Recorrí muchos países, tanto en Oriente como en Occidente y nunca vi esto de cobrar cubierto. Acá los turistas nunca entienden qué les están cobrando y preguntan si eso significa que les regalan el cuchillo y el tenedor”.
¡La próxima hago como los turistas y me llevo el cubierto!
2 respuestas a «Cobrar el cubierto»
Muy de acuerdo. La otra vez, hablando con un profesor del Instituto Argentino de Gastronomía que a su vez es Chef de un Resto, nos decía que para el es una pavada cobrar cubierto, que, en todo caso, ese costo debería estar dentro de lo que el comensal ya está ordenando. El cubierto, nos contaba, en su restaurant si lo cobran en casos donde, dentro de un grupo, hay algunos que no comen. Es decir, ocuparon un lugar y no consumieron nada. No se, me parece una vivada, como la propina obligatoria.
He aquí la opinión de un entendido!