A buena hora

Escribo estas líneas desde mi hogar con un dejo de extrañitis a el paisaje con el que despertaba cada mañana. Llegué a Buenos Aires muy temprano, cuando la ciudad recién amanecía.

Han sido días muy difíciles en la isla de San Andrés. No es fácil combinar las nuevas opciones de desayuno internacional con el almuerzo libre y la barra también libre al lado de la pileta. Tampoco es sencillo tomar sol en una reposera sobre un muelle con vista al mar, ni viajar 15 minutos en lancha para visitar una isla paradisiaca con agua turquesa.

Todo concluye al fin. O quizá sea más preciso decir “todo comienza”.Por estos días me entretengo comprando todo lo que me falta para mi departamento. Si alguno me hace descuento avise.

Extrañé mucho a esta Caja tan linda, por suerte tuve alguno amigos que supieron cuidar de ella y realmente no me decepcionaron. Facu quedó encerrado en el blog y mucha gente pudo liberarlo. Leandro se lució con un Top 10 que me hizo recordar algunos buenos post y por último Milton se despachó con algunas cosas que pasan en los casamientos. Gracias a todos ellos, grosos totales.

Espero contar un poco de la travesía mañana, cuando mi cerebro se de cuenta que ya esta nuevamente en la realidad.