Encontré esta joyita de post en el blog de Luis Maram, es una traducción de una artículo de Jessica Hagy, Forbes.
El artículo habla de las distintos tipos de personas que necesitamos en nuestro equipo de trabajo (o en cualquier equipo, diría yo). Ahora si, pasemos a la papa del asunto. Leelo y si te gusta, recomendalo que a otro quizá también le sirva.
Nadie logra cosas increíbles por sí mismo. Necesitas a otros para que te ayuden, y necesitas ayudar a otros. Con el equipo correcto, puedes formar una red de conexiones que hagan inevitable lo que antes parecía imposible.
El Instigador:
Alguien que te empuje y te haga pensar. Que te motive a pararte, a tratar, a hacer las cosas. Quieres mantener a esta persona entusiasta y llena de energía. Es la voz de la inspiración.
El Porrista:
Esta persona es un gran fan, un fuerte defensor y un evangelista de tí y tu trabajo. Esfuérzate por recompensar a esta persona y mantenerla interesada. Es la voz de la motivación.
El Dubitativo:
Es el abogado del diablo, que hace las preguntas difíciles y ve los problemas antes de que surjan. Necesitas la perspectiva de esta persona. Está cuidándote y quiere mantenerte a salvo, además de exitoso. Es la voz de la razón.
El Capataz:
Esta es la voz fuerte y belicosa que te demanda que hagas las cosas. Esta
persona es el administrador del momentum, haciéndose cargo de que las metas se cumplan en tiempo y forma. Es la voz del progreso.
El Conector:
Necesitas a esta persona para llegar a gente y lugares a los que tú no tienes acceso. Es la voz de la cooperación y la comunidad.
El Ejemplo:
Es tu mentor, tu héroe, tu Estrella del Norte. Es la persona a la que buscas emular, cuya presencia te recuerda constantemente que tú también puedes hacer cosas asombrosas. Quieres enorgullecer a esta persona. Es la voz de la verdadera autoridad.
